
Cómo añadir comodidad a tu dormitorio en tres sencillos pasos
Un dormitorio acogedor ayuda a conseguir un descanso nocturno relajante. Dormir fortalece nuestro sistema inmunológico, reduce el riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas, reduce el estrés y mejora nuestro estado de ánimo. No es de extrañar que pasemos un tercio de nuestra vida durmiendo. Nuestro entorno físico afecta a nuestra salud mental y, por lo tanto, a nuestro bienestar. Cuando nos sentimos seguros y cómodos, experimentamos menos ansiedad, tristeza e irritación. Un estado mental positivo equivale a niveles más bajos de cortisol, la hormona del estrés que puede impedirnos conciliar el sueño o hacer que nos demos vueltas en la cama toda la noche. Así que, comencemos con estos tres pasos rápidos para hacer que un dormitorio sea acogedor.
Paso 1: Elige colores relajantes
Incorpora tonos neutros como color base. Piensa en azules suaves, grises y beiges:
- El azul suele asociarse con el cielo y el agua, lo que ayuda a promover una sensación de relajación.
- Grey a menudo recuerda un día nublado acurrucándose en una manta, creando una sensación de seguridad.
- Los tonos beige se asocian con la arena y las piedras, aportando propiedades calmantes del aire libre.
Paso 2: Añadir toques elementales
Incorpora elementos naturales como lana, algodón, lino, plantas, madera, piedras y toques de metal. La clave está en usar materiales que te resulten relajantes y cómodos al tacto. Por ejemplo, ropa de cama, mantas y almohadas. Recuerda mimar tus pies con una alfombra suave junto a la cama. Los demás elementos que incorpores a tu espacio también deben aportar comodidad, pero con un toque más visual, como plantas en macetas y elementos decorativos.
Paso 3: Calmar los sentidos
Usa iluminación suave, aromas y obras de arte. Las lámparas de mesa con bombillas cálidas y las velas LED ayudan a crear una luz tenue en la habitación. Además, los olores pueden evocar recuerdos y generar respuestas emocionales. Elegir aromas que te recuerden a un evento o lugar relajante tendrá un efecto calmante. Por último, las obras de arte estimulan el sentido visual. Busca láminas u obras de arte originales que representen tus lugares de vacaciones favoritos o elementos naturales; por ejemplo, una pintura junto al mar o una imagen que te inspire consuelo.
En resumen, incorporar elementos de la naturaleza e imágenes u objetos que reconforten o provoquen buenos recuerdos ayuda a relajar el cuerpo y la mente.